














PARTE II
“Claro, porque más allá del rendimiento económico es algo que yo disfruto, me encanta. A ella le dije que iba a empezar a vender contenido erótico por Internet. Y no, no le agradó para nada la idea. Ella tenía más que nada miedo por mi seguridad”.
Marco también habló con su hija, que va a la primaria, después de que a la mamá de la nena le llegara un video y le preguntara: “¿Qué estás haciendo? ¿qué van a decir sus compañeritos?”.
“Senté a mi hija y se lo dije, obviamente con palabras traducidas a su edad pero con un mensaje de fondo: ‘Mirá, papá está orgulloso de lo que hace y no tiene miedo de lo que las personas piensen. Este es el mensaje que te quiero dar: vos tenés que hacer lo que vos quieras, frente al mundo y a pesar del mundo’”.
Porno bisexual y a la carta
“Vos no vas a poder generar en Only Fans lo mismo que una mujer”. Ese fue uno de los primeros comentarios que Marco escuchó. “Yo le contesté a esa persona ‘no, estoy seguro de que no: puedo generar más que una mujer”.
¿Cómo? “Es que mi contenido rompe mucho con la norma. No es un contenido que sea netamente hétero y tampoco es un contenido netamente gay. Yo hago porno hétero, hago porno gay y hago porno bisexual también”.
Y es acá donde traza una línea gruesa entre la industria del porno mainstream -comandada por grandes productoras internacionales-, y el porno “auto gestionado” como el que hace él, sin jefes y con otras historias para contar.
“El porno industrial te muestra el contenido totalmente patriarcal, donde el hombre cosifica a la mujer, o el contenido gay, prácticamente de plástico. La gente bisexual es la eterna olvidada en todo esto”, describe. “A ver: sí existe el porno bisexual cuando es un hombre y dos mujeres, esa es una fantasía totalmente aceptada. Pero no hay porno en el que un hombre esté por igual con una mujer y con un varón”.
Marco sabe que esto, puntualmente, le dio “una ventaja competitiva” en Only Fans. “Porque una chica solamente le puede vender a hombres heterosexuales, está estudiado que son los únicos que pagan, las mujeres no compran contenido erótico. De 100 personas que le compran videos a una chica, 99 son hombres”.
La ecuación es simple: “Yo hago videos en los que tengo sexo con una o varias mujeres. Entonces, todas esas personas heterosexuales que le compran a las chicas también me compran a mi. También hago videos sólo con hombres, por lo que me compran un montón de personas gays. Y como tengo muchos contenidos con chicos y chicas al mismo tiempo, el colectivo bisexual lo agradece”.
Only Fans tiene 130 millones de usuarios en el mundo y 20 millones de “creadores” como Marco. “Muchísimos pero en este momento mi única competencia en Only Fans en el mundo bisexual son un español y un yanqui”.
Además de los 150 videos que se pueden ver pagando los 5 dólares de la suscripción, en su perfil hay otras 300 producciones -que cuestan entre 15 y 50 dólares- que se pueden desbloquear: videos mostrando los pies, y más personalizados todavía. “Un video de 10 minutos en el que tenga que incluir el nombre de la persona puede valer 100 dólares. Me piden unos 50 vídeos de estos por semana”.
Marco Maxxx está en siete redes, por eso necesitó armar un equipo: tres community managers que suben contenidos, responden mensajes y reciben pedidos, fotógrafo, editor de foto y video, entre otros.
“Es un trabajo full time, nada que genere estos réditos es fácil. Yo me tomo semanas enteras solo para grabar. Vamos viendo qué queremos: por ejemplo, hicimos un video porno en el Lollapalooza, uno en un McDonald ‘s. Otros más estrafalarios, en un helicóptero. Cuando queremos hacer algo más en formato peli nos buscamos un hotel, un Airbnb: tenemos que responder una estética, no se puede ver el jabón del baño de tu casa”.
Marco lo sabe: con tantos videos en las redes, el camino que eligió no tiene retorno. “Es un tatuaje, lo sé. Estoy siempre consciente de que la posibilidad de arrepentimiento existe”, dice. “Pero yo prefiero vivir una vida en la que llegue a viejo y, antes de morirme, esté contento de que me animé a hacer todo lo que quería. Prefiero arrepentirme que algún día pensar en mí mismo y decir ¿qué hubiese pasado si...?”.
Su plan es, desde el año que viene, dedicarse a hacer solamente contenido internacional y abrir nuevos nichos de mercado, a solas o en conjunto con otras figuras -varones y mujeres- del porno autogestivo mundial. Si todo sale como cree, también el año que viene posará con la toga y el birrete y recibirá, en su pueblo, su título de abogado.
Ft. @babydollxl