

Hiciste que entrara a trabajar contigo para tenerla cerca de ti. La subiste de puesto porque el que fuese tu asistente personal haría que pudieras verla llevarte tus libros, tu café, tu agenda. Ahora su oficina está al lado de la suya y la observas con deseo a través de un cuadro que también ella tiene del otro lado sin saberte viéndola. ¿Acaso te obsesionaste? ¿Vas a seguir con tu juego hasta que el morbo se desborde?